19 OCTUBRE 2014 |
"Llegar preparado y disfrutar de una carrera tan jodidamente encantadora mereció todos los esfuerzos."
"Giro a la derecha y empezamos a subir ladera arriba, voy en cabeza de un grupito y toca echar manos a las rodillas y empezar a calentar los cuadriceps, es una subida dura con cantidad de palos y troncos en el suelo, recuerdo de lo que un día fue un bosque de pinos arrasado por un incendio unos años atrás."
"La frondosidad y frescura del ambiente le da un aire de cuento de hadas al paisaje, con rocas y árboles cubiertos de musgo y el sonido del arroyo saltando entre las rocas; pero no te puedes dejar llevar, el suelo resbaladizo de pizarras que dibujan zigzags imposibles hacen del trayecto un peligroso banco de pruebas para los bajadores suicidas."
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